
El tiempo/cosmos previo a Occidente es
el conjunto de análisis y reflexiones sobre los resultados que se obtuvieron en
el sistema de conteo diseñado para registrar años, días e incidencias de los
ciclos astrales sobre el horizonte durante 26 000 años.
Durante este proceso de
análisis y reflexión surgió la propuesta de solucionar, desde un punto de vista
matemático, uno de los más enigmáticos problemas planteados en el ámbito de los
estudios del sistema calendárico en Mesoamérica: por qué el tonalpohualli dura
260 días divididos en 20 trecenas.
Durante el desarrollo de
los argumentos matemáticos de tal propuesta, surge también la justificación
para el hecho de que, en el sistema de conteo maya, a partir del tercer nivel
se multiplique por 18 en lugar de por 20.
Además, el sistema de conteo diseñado propone una fecha de inicio del
conteo del sistema calendárico en Mesoamérica y, además, sugiere las conjunciones
de Júpiter, Venus y Saturno como marcadoras de las fechas fundacionales de
Teotihuacan y Tenochtitlan. Igualmente, acusa la sistemática presencia de
Mercurio cada 13 años, insinuando su relación con el periodo calendárico
llamado tlalpilli.
Así mismo, establece la
conjunción de Venus y Mercurio cada 104 años, sugiriendo la relación con el
ciclo calendárico huehuetiliztli. Es así que nos proporciona una nueva visión del
mito de los “Trece cielos”, pues se devela que cada 13 huehuetiliztli (1 352
años) el ciclo reinicia en la misma fecha.
Para comprobar todas estas
propuestas se usaron imágenes obtenidas del simulador de la jícara celeste,
llamado Stellarium. De esta manera se muestran eficazmente escenas esplendorosas
que podrían causar la sensación de algo extraordinario, de algo relativo al
ámbito divino.